La metáfora que comparto en este nuevo post nos hace plantearnos qué es un tesoro. Pocas veces somos capaces de ver más allá del significado que pueden tener las cosas al nivel más superficial. La infoxicación y el ruido al que nos vemos sometidos nos impide mirar en profundidad y detalle, más allá de lo obvio.
Si quieres encontrar nuevos tesoros, sigue leyendo. (más…)
Dentro de las muchas oportunidades de aprendizaje que nos regalaron los asistentes a la II Edición del Taller de Inteligencia Emocionaldel pasado fin de semana en Valladolid, pude comprobar lo ajeno que nos sigue siendo el concepto de Proactividad. Aún estamos muy lejos de tener interiorizada la genuina actitud proactiva.
Para mayor sorpresa, tras buscar el término en la página de la Real Academia Española me he quedado atónito al comprobar que no aparece contemplado entre sus muchas entradas. Personalmente, creo que es un concepto, perdón, una actitud que debería inculcarse desde la educación preescolar. Nuestra orientación proactiva está escasamente desarrollada. Y así nos va.
Pero lejos de querer proponer una definición que pudiera estar contemplada en la RAE, y antes de sugerir cómo entiendo yo la puesta en práctica de proactividad voy a invitar a comprender parte de su esencia a través de una metáfora.
Tras el gran éxito del Taller de Inteligencia Emocional (IE1) celebrado en Valladolid a finales del pasado abril, convocamos una segunda edición de este mismo curso para mediados del mes de septiembre. Concretamente, esta formación experiencial tendrá lugar, nuevamente en Valladolid, durante los días 14, 15, 16 y 17 de septiembre. A continuación os damos todos los detalles.
Cuenta la leyenda que un jefe cherokee de cabellos plateados estaba hablando a sus jóvenes nietos con objeto de instruirles en el arte de vivir. El anciano captó su atención con la siguiente frase: «En mi interior se está librando una lucha. Una lucha terrible, y es un combate entre dos lobos».
Los jóvenes indios pasaron entonces a escuchar atentamente aquello que su veterano abuelo deseaba contarlos aquella noche.
Tras enorme el éxito suscitado con el Taller sobre Inteligencia Emocional que celebramos a finales de abril en Valladolid, y recogiendo varias de las peticiones de nuestros lectores habituales, retomamos la temática centrada en las emociones para aportar algunas nuevas pistas y elementos de reflexión.
En los orígenes de esta disciplina, el psicólogo estadounidense John D. Mayer, que junto a Peter Salovey formuló la teoría de la Inteligencia Emocional, clasificó a las personas en tres tipologías, en función de cómo cada individuo respondían a las emociones y la particular forma en la que llevaban a cabo su correspondiente gestión.
1. Personas conscientes de sí mismas: Son conscientes de sus estados emocionales en el momento en que aparecen. Tienen una personalidad de carácter autosuficiente y están seguras de conocer sus propios límites. Poseen un buen equilibrio psicológico y suelen tener una interpretación positiva de la vida. Cuando sufren o se enfadan no se aferran a la emoción negativa, al contrario, suelen superarlo muy pronto. No se desgastan en reflexionar sobre aquellos estados emocionales que nos les aportan bienestar.
2. Personas atrapadas por sus emociones: Esta tipología de individuos suele sentirse desbordada por sus emociones. No son muy conscientes de sus sentimientos, por lo que no saben actuar para tratar de evitar de la negatividad. No pueden gestionar adecuadamente sus emociones y se convierten en prisioneros de sus estados de ánimo.
3. Personas que aceptan resignadamente sus emociones: En el sentido positivo, estas personas saben perfectamente lo que sienten, de manera análoga a como lo perciben los individuos de la primera tipología. Por el contrario, aunque saben reconocer esa información, no están dispuestos a hacer nada por gestionar la emoción subyacente. Suelen ser personas bastante volubles.
Conseguir gestionar de manera adecuada las emociones es un trabajo arduo que conlleva un profundo trabajo de desarrollo personal. No obstante, hay una serie de sugerencias que, puestas en práctica en nuestro día a día, pueden sernos de enorme utilidad en el manejo de nuestro complejo espectro emocional. A continuación compartimos una breve guía con recomendaciones para gestionar adecuadamente las emociones. (más…)