Coaching – Metáfora (28) Crisis… y caca de perro

Hace un par de años, durante un taller de Inteligencia Emocional en Madrid, uno de los participantes compartía que se encontraba sumido en una crisis personal, ya de cierta duración, que le mantenía lastrado en el pasado y sin posibilidad de acceder a soluciones con las que encauzar lo que le había ocurrido, que no era poco. Después de escuchar con atención su prolongada y detallada narración sobre todos los fatalismos, que coleccionaba y etiquetaba como si de una colección de cromos se tratase, le conté la metáfora que comparto en este post.
Resultado de imagen de Caca wasapSi pisas una caca de perro, es casi seguro que te pillarás un buen rebote, acumulando un considerable malestar mientras te apresuras cojeando a buscar un bordillo en el que limpiar la suela de tu zapato… Aún después de haber liberado el zapato de la suciedad contra el asfalto, puede que la incomodidad te acompañe algunos días, y se magnifique cuando veas a un perro delante de ti o pases por el lugar del «accidente». ¿Qué alternativas tienes ante este tipo de situaciones?

En lugar de esto, lo que propongo en estas situaciones es que, de manera lo más calmada que puedas, vayas lo antes posible a un parque o zona verde. Si tienes jardín o huerto en casa, véte allí y quita los restos de excremento de perro junto a, pongamos, un manzano.

El año que viene, muy probablemente, las manzanas estarán más grandes, jugosas y dulces que nunca. Pero cuando muerdas esas suculentas mananas, deberías recordar que lo que realmente estás comiendo es, en buena parte, ¡la cagada de un perro!. Solo que ahora se ha transformado en una manzana dulce y jugosa.

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Pasar por una crisis en la vida es como pisar una mierda de perro. De forma similar, en lugar de frustrarnos, cabrearnos o resignarnos, llévala a casa contigo y procésala usando diferentes herramientas de Inteligencia Emocional. Pronto fructificará en nuevas competencias, resultado de poner en juego algunos recursos y habilidades. Pero recuerda: ¿qué es, en buena parte, toda esa jugosa sabiduría y las nuevas perspectivas adquiridas? Es solo alguna que otra mierda de perro que hemos pisado en nuestra vida… una vez procesada.

Un par de horas después de compartir esta, algo escatológica, metáfora, finalicé el taller. Llamé a un taxi en una concurrida plaza junto a la Gran Vía madrileña y justo antes de montar en el coche pisé una mierda de perro. El taxista se negó a dejarme subir al vehículo hasta que no hubiese limpiado el último restro de heces adherido a mis zapatos. Me entregó unas toallitas húmedas con las que tuve que ir retirando la indeseable sustancia. Mandó a la mierda mi metáfora sobre la mierda. Este es el problema con el que muchas veces nos encontramos en el día a día. Vivimos separados de la auténtica naturaleza de las cosas y de sus posibilidades de procesado y metabolización. Sobrevivimos, como podemos, a las crisis sin saber cómo disponer de un jardín con manzanos… ¡con los que poder transformar la mierda en jugosa fruta!.

Fuente: Adaptación libre de un cuento tradicional budista.