Nelson Mandela: Liderazgo desde la Inteligencia Emocional
Se nos ha ido Nelson Mandela. Desde mi punto de vista, nos deja una de las personalidades más importantes e influyentes del Siglo XX. Comparto la opinión de mi buen amigo José Francisco, quien comenta: «Ha sido de los pocos (poquísimos) políticos que me han despertado auténtica admiración. Tal vez porque no era un político, era un hombre de bien». Coincido; se nos va un buen hombre. Una persona que no permitió que el ego y el poder sometieran su autenticidad y supo articular toda su vida en torno a un potente y genuino modelo de coherencia.
Precisamente esa coherencia, combinada con un ejemplar ejercicio de la Inteligencia Emocional, lo han convertido en un icono del Liderazgo, en su sentido más amplio y humanista. A continuación recogemos algunas de las anécdotas y frases más representativas que nos ayudan a ejemplificar precisamente esto.
El despliegue de sus comportamientos a lo largo de su vida, lo dotaron de un valor moral muy influyente y legítimo, bastante alejado de la Potestas y profundamente centrado en una integridad maximizadora de la Auctoritas.
- La Potestas representa el Poder y se asocia al puesto o cargo jerárquico. Incluye la capacidad de premiar o castigar para movilizar extrínsecamente los comportamientos de otras personas.
- La Auctoritas, en cambio, representa la legítima Autoridad para dinamizar motivos auténticamente trascendentes en otras personas. Todo ello se logra a través de una vinculación con la coherencia del líder que culmina con la libre aceptación y plena identificación con los mensajes por parte de sus seguidores.
El líder sudafricano nos dejó muchas perlas a lo largo de su vida, algunas de ellas fueron de «palabra» y otras de «obra». Sería muy difícil resaltar y recoger aquí todas.
Con respecto a las perlas de «obra», Paco Yuste (mi maestro en el ámbito del Coaching) siempre menciona lo ocurrido con James Gregory, el que fue carcelero de Mandela en Robben Island. A través de la relación mantenida entre ambos, la lealtad del carcelero se va inclinando poco a poco hacia la lucha de liberación de Sudáfrica. James Gregory empezará a darse cuenta de lo cruel que puede llegar a ser el hombre con sus congéneres, simbolizando la evolución de Sudáfrica hacia una democracia en pleno auge. Esta anécdota ocurrió en el momento histórico en que Nelson Mandela se convirtió en una de las figuras políticas más inspiradoras del mundo y plantea las siguientes preguntas: “¿Quién es el prisionero?, ¿Quién libera a quién?”
LIBERTAD:
“Cuando salí de la cárcel me propuse como misión la libertad de todos. La verdad es que todavía no somos libres. Simplemente hemos logrado la libertad para ser libres, el derecho a no ser oprimidos. Ser libre significa respetar al otro»
«He andado ese largo camino hacia la libertad. He intentado no flaquear; he dado pasos en falso a lo largo del camino. Pero he descubierto el secreto de que después de escalar una gran colina, uno sólo descubre que quedan muchas más por escalar. Me tomé un momento para descansar, para robar una mirada de la maravillosa vista que me rodea, para mirar atrás a la distancia que he recorrido. Pero sólo puedo descansar un momento, pues con la libertad vienen las responsabilidades, y no me atrevo a detenerme, pues mi largo camino no ha terminado aún»
Sin duda este es un concepto clave en su vida y trayectoria. Es interesante leer cómo Mandela sostiene la libertad sobre un profundo respeto (ecología emocional) y advierte del miedo que genera la libertad por la cantidad de responsabilidades que vienen incluidas en su consecución.
EDUCACIÓN:
«La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo» [«Education is the more powerful weapon you can use to change the World»]
Para Mandela la educación es una de las fuerzas motrices del cambio y un elemento clave en la consecución de la más genuina de las libertades. Poder pensar por uno mismo e integrar pensamientos y emociones en un tándem que desarrolle personas y sociedades.
ADVERSIDAD:
«Una cosa es escuchar, hablar y pensar sobre la adversidad , y otra totalmente distinta es tenerla que experimentar en tus propias carnes. La cárcel no sólo te priva de tu libertad, te intenta robar tus señas de identidad. Es un sistema totalitario en estado puro, que no tolera ningún vestigio de independencia y de individualidad. La cárcel esta diseñada para destrozar tu espíritu y tu voluntad. Para ello, las autoridades explotaban cualquier debilidad, derruían cualquier iniciativa, negaban cualquier vestigio de lo que nos hacía a cada uno ser lo que éramos”
Su vida está llena de ejemplos de resiliencia, un concepto clave en la Inteligencia Emocional. Durante los 13 años que permaneció en la prisión de Robben Island, fue obligado a realizar trabajos forzados en las minas de cal de la isla. No les permitían usar gafas oscuras y los reflejos del sol sobre la cal dañaron sus ojos para siempre. Estando en la cárcel murió su madre y uno de sus hijos, pero se le negó el permiso para asistir a sus funerales. Las visitas de su esposa tenían lugar en presencia de un desagradable carcelero, y tardó 21 años en poder acariciar su mano, pues un cristal se interponía entre ellos.
LEGADO:
«Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra»
Estamos ante un clarísimo ejemplo de persona centrada en el «ser» y no en el «tener». El desapego y la contribución al desarrollo de otros están presentes en diferentes momentos de su vida.
DIVERSIDAD:
«Me gustan los amigos que tienen pensamientos independientes, porque suelen hacerte ver los problemas desde todos los ángulos»
La riqueza de lo diferente como elemento de cuestionamiento orientado al desarrollo, centrado en la tolerancia y la humildad.
GANAR-GANAR:
«Si quieres hacer la paz con tu enemigo, tienes que trabajar con tu enemigo. Y entonces se convierte en tu compañero»
Enfoques como este lo hicieron merecedor del Nobel de la Paz en 1993. Su sentido de la aceptación y la reconciliación logró superar limitaciones que permanecieron enquistadas durante muchos años.
Jugar a «ganar-ganar» supone una estrategia provechosa para todas las partes que se diseña de manera que todos los participantes puedan beneficiarse de uno u otro modo. En la negociación y la resolución de conflictos una estrategia «ganar-ganar» es un proceso de despliegue y acercamiento de intereses que logre contentar a todos los participantes.
Me gustaría finalizar el post con es un fragmento del poema breve «Invictus» del escritor inglés William Ernest Henley (1849–1903). Se dice que Mandela tuvo el texto escrito en una hoja de papel durante su larga estancia en prisión, ayudándole a sobrellevar su encarcelamiento.
Soy el amo de mi destino.
Soy el capitán de mi alma.
José Francisco Pérez Pertejo
dic 06, 2013 @ 10:36:46
Felicidades por el artículo, y gracias por citarme. Tan sólo una pequeña corrección, yo he escrito «admiración», no «auténtica admiración», no entiendo otra admiración que no sea auténtica, por tanto en mi forma de admirar, poner la palabra auténtica me resultaría redundante. Procuro ser muy cuidadoso con los adjetivos cuando escribo, pues cuando van junto a determinadas palabras que ya tienen suficiente valor en si mismas, lejos de cumplir su verdadera función como adjetivos de realzar al nombre lo devalúan. Escribir «auténtica admiración» significa asumir que existe una admiración falsa y eso tiene otro nombre. Digo esto porque admiro a muy pocas personas. Quiero a muchas, respeto a muchísimas, pero admiro a muy pocas, y esa admiración nace de lo más profundo y «auténtico» de mi ser.
Pablo Villanueva
dic 06, 2013 @ 11:02:41
Matizado queda, amigo! Salvo que me indiques lo contrario, mantengo el post tal cual para que tu comentario posterior esté dotado de un sentido que comparto al 100%.
Pues eso, admiración. Así, profunda y rotunda… sin necesidad de otros adjetivos.
Un abrazo y gracias por pasarte a hacer una visita.